miércoles, 11 de marzo de 2009

De la revista de los 75 años de la Liga de Treinta y Tres

Club Atlético Relámpago
"Hace muchos años, un esforzado dirigente del club, fue a buscar un jugador al interior del departamento, para ficharlo.
Con mucha ilusión, pidió prestada una moto para el viaje y tuvo que faltar con aviso a su trabajo, el día de la ansiada contratación.
Al dirigente viajero, la suerte le jugó una fea pasada. Rompió el vehículo prestado, quedó "anclado" dos días en la localidad, por la reparación de la moto, tuvo que "bancar" de su bolsillo y cuando regresó a Treinta y Tres había perdido el trabajo por las faltas sin aviso, no previstas.
Ah, además, el jugador no vino a jugar a Relámpago y fichó por otro club. Cosas que le ocurren a algunos dirigentes que laburan con la mejor intención y a veces no son bien comprendidos.

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